A unas horas de lo que se ha catalogado como un despojo artero, los habitantes organizados de Ixil, comienzan sus reuniones de trabajo para enfrentar a cualquier poder que quiera quitarle lo que consideran sus derechos.
¿Miedo? No tengo, tengo miedo a morir sin mi tierra expresó un primer ponente… No. Auna bala o a un golpe de policía…
Nuestro ejido es más antiguo que cualquier compraventa. Ya vimos los papeles y aunque se haya asentado en el Registro de la Propiedad nuestros títulos son primero.
Las reuniones seguirán hasta que los juicios terminen.
Si fuera un poco más joven, yo encabezaría está lucha. Cuántas veces no pude haber vendido mis yierras, pero no lo hice, ni lo haré…
Mientras seguirán acudiendo a todas las autoridades se lleve el tiempo que se lleve. Este conflicto solo nos ha unido y ha lavado cualquier diferencia comenta una mujer de la comunidad…. Continuará.
Mexicanos al grito de guerra. Estamos al pie del cañón. En apoyo total.